lunes, 27 de agosto de 2007

...

Antes los bordes eran oscuros,

claramente visibles, limitantes.


En un golpe de reloj se esfumaron

tibiamente hasta volverse claros,

suaves, poco severos.




En un después se hicieron transparentes,

visibles sólo a la observación detallada:

difíciles de notar.




En un no sé cuando, todo se desvaneció,

el límite de los bordes se tornó invisible,

obsesivamente inútil, pasajero, temporal.




A veces opto por creer que simplemente

desaparecieron, otras me veo obligada

a presentirlos necesarios.




Cuando ellos se visten de transparencias,

la expansión es todo.

Todo es incluso detrás del espejo.





"Porque la razón humana proviene de la naturaleza, al contrario que la Iglesia y la civilización"

"El mundo de Sofía". Jostein Gaarder.




Imagen: Starlight over Rhone
Autor: Van Gogh

lunes, 13 de agosto de 2007

Whatever...



Alguien murió...una pila de posibilidades dejaron de serlo.
Alguien ya no está, no se halla en lugares conocidos ni situaciones familiares.
Y se fue...como todo en la vida, o en la muerte: se va.
Ya no camina en sus pasos y mucho menos siente en su piel.
Todo es sombra ausente, ausencia sombría, ramo de definiciones indefinidas.
Alguien murió muy adentro, es cierto.
Pero para dejar de ser, alguien tiene que haber sido.
Eso, entonces, anula cualquier posibilidad de muerte.

*...I'll ride the wave
Where it takes me
I'll hold the pain
Release me...*


Imagen: El grito
Autor: Munch

martes, 7 de agosto de 2007

Anestesia total



Descubrió que el dolor la mareaba tanto o más que la euforia.
Que era una anestesia de las peores, que la euforia era la
continuidad y no la superación.
Intentó no ser espejo de anteriores
absurdos disfrazados de hoy.
Desorientada en sacrificios se reconoció especialista en desoír los murmullos del corazón.
El frío, el humo, los recuerdos, el bucear en sus ojos...todo va lentamente perdiendo el sentido.
Ahogada en palabras de madrugada, plena asfixia de ignorar cada latido.
Cada una de las letras está lacerantemente vacía de contenido, atada a ideas ridículas y ajenas.
Cada oración, cada gesto, cada parte del mundo circular, cada ínfimo detalle...

Es entonces, inmersa en ese todo absurdo de la nada misma cuando el dolor la anestesia
hasta la estupidez.
Recuerda el sentido alguna remota vez existido y se revuelve por saber que la última vez que murió lo hizo llorando en tus ojos.