lunes, 27 de agosto de 2007

...

Antes los bordes eran oscuros,

claramente visibles, limitantes.


En un golpe de reloj se esfumaron

tibiamente hasta volverse claros,

suaves, poco severos.




En un después se hicieron transparentes,

visibles sólo a la observación detallada:

difíciles de notar.




En un no sé cuando, todo se desvaneció,

el límite de los bordes se tornó invisible,

obsesivamente inútil, pasajero, temporal.




A veces opto por creer que simplemente

desaparecieron, otras me veo obligada

a presentirlos necesarios.




Cuando ellos se visten de transparencias,

la expansión es todo.

Todo es incluso detrás del espejo.





"Porque la razón humana proviene de la naturaleza, al contrario que la Iglesia y la civilización"

"El mundo de Sofía". Jostein Gaarder.




Imagen: Starlight over Rhone
Autor: Van Gogh