lunes, 3 de marzo de 2008


Dónde está la eternidad, entonces?
Un par de pupilas clavadas en otras.
Tatuajes pasados
encarnando confusión.
El cielo y el infierno
de noche son lo mismo:
infinitas espirales
descendiendo y ascendiendo.
Inmersas en la contingencia
y el engaño de la verdad.
Espirales encastradas en
un no saber qué es arriba.
Formas mágicas, quién sabe?
De lo escrito con fuego
en el espacio inmemorial.
De noche, el murmullo crece
hasta volverse silencio
que duele en los oidos.
Simplemente, perfectamente
claramente pupilas.