viernes, 13 de abril de 2007

Ella.....parte III

Otra vez es ella y sus cicatrices: heridas viejas.

Ella y su poder de no ser y no ver. Su ingenuidad silenciosa en un bar. Exceso de tabaco y café, ceguera. Palabras y sentimientos fuera de control, mientras le ofrecen flores.

Flores: muerte evidente en las horas, instantes que se queman, algunas despedidas.

Cuando el infierno y el cielo ya le dan igual. Cuando miradas hablan y duele un callar.

Minutos perdidos en algún espacio en el que no está.

Ella siempre está, siempre vuelve, testigo atávico de esta locura. Rehén de una memoria que no perdona, presa del rencor silencioso.

Sigue siendo ella. Fiera y flor, cazadora y dulce.

Paciente en los reencuentros espontáneos, ausente en muchos besos terrenales.

Sí, sigue ella tan pequeña, tan insignificante. Está en cada centímetro de la hoja en que se busca. En cada letra. Sus ojos no saben del silencio. Ni de ubicaciones, ni de tragedias.

Ella que encuentra todo y no el espejo. Ella, la que flota en la ilógica de la ausencia.

Ella, que es vida ajena, que siente calma, que habla despacio hacia adentro y no se puede escuchar.

Ella siempre vuelve y nunca está en paz. Hasta que siempre y nunca dejen de tener sentido estricto.

Hasta que el material de sus sueños se vuelve vida.

La muerte ronda esa inconsciencia que se hace nombre. Un nombre que esta vez le tocó nombrar.

Ella está y no. Grita verdades o no tanto. Ella es cobarde pero no mira atrás. Ella debe querer o quiere deber lo que no encuentra.

Salpica palabras, que brotan apretadas y solas. Ella y su sentido extrasensorial.

Quiere dejar de ser para ser. Quiere ver. Y está muda. Frente a un camino abierto.

Ella se va a ir de este mundo. Sin miedo. Se va a ir porque nunca estuvo. Allí. Ella sólo está en esos ojos.

Ella no puede ser lo que nunca fue, aunque quisiera, no puede morir porque no nació. No sabe abandonar porque nunca tuvo. Sólo puede gritarle a la noche que ya le duele.

Admitir que es mundo y es realidad. Ella en un material que se hizo carne. Y dos.

Ella que notó que es ser porque le duele. Ella es una conciencia que se hizo sombra, carcelera de un alma.

Ella, esclava de una sonrisa y dueña de lo que calla. Ella que quiere ser prófuga de la razón: ella soy yo.

(14/08/06)




Autor:Salvador Dalí

1 comentario:

Antü dijo...

Ella, siempre seguira siendo ella. Eso es lo magico. Te QUiero