lunes, 3 de marzo de 2008
Dónde está la eternidad, entonces?
Un par de pupilas clavadas en otras.
Tatuajes pasados
encarnando confusión.
El cielo y el infierno
de noche son lo mismo:
infinitas espirales
descendiendo y ascendiendo.
Inmersas en la contingencia
y el engaño de la verdad.
Espirales encastradas en
un no saber qué es arriba.
Formas mágicas, quién sabe?
De lo escrito con fuego
en el espacio inmemorial.
De noche, el murmullo crece
hasta volverse silencio
que duele en los oidos.
Simplemente, perfectamente
claramente pupilas.
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5 comentarios:
Mai....
pupilasssssssssss!!!!
Ya lo sabemos.
He vuelto.Aqui estoy y tus versos me encantan.
Adelante viejera!!!!!
Abrazo
Será no más que la nostalgia sea idioma con el que las almas tratan de comunicarse, será la forma que encuentran de decir, de llegar, de interrumpir el transcurrir inutil.
¿Qué me enconté en estas letras?
Un alma que deborda a un cuerpo menudo y fragil, que lo desborda y quiere salir. La casa le queda pequeña y elige un camino hacia afuera, el de las palabras.
“Dicen los árabes que el chair (el poeta), es sacerdote, juez, médico, jefe. El poeta es poderoso: puede traer alegria, tristeza, encono. Puede desencadenar la venganza y la guerra. Puede matar con la palabra.
Me preguntaba… y eso encontré.
Quierooooo de tus escritossssss
Mi cariño aqui derramado
tenés una parte muy rosita en el ojo, viste al oculista?
(y a propósito, la verificación de palabra está fuera de moda, sacala mejor...)
¿Dónde habrá quedado la idea de lo eterno? Si es que alguna vez ha existido.
Tal vez en los ojos, en las pupilas. Sí.
Muy bello escrito.
Luego intentaré ver más!
Saludos.
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